miércoles, 21 de mayo de 2014

Mezurashi

Rara.

Os voy a contar una historia: la historia de una chica callada que cuando habla intenta compartir sus gustos con toda persona que le caía bien, para que estas personas vean lo feliz que soy. Pero lo único que recibe esta chica son malas caras, risas burlonas y el ser ignorada. Muchas veces esas cosas no suelen afectarle, pero duele al ver que esas cosas ocurre entre las personas mas cercanas a ella. E, incluso, de su propia familia. Esta chica ya esta harta. Esta chica tuvo que buscarse por Internet algunas amistades que compartieran sus gustos a causa de no poder encontrar a nadie en persona que le entendiera.  Así soy yo. Rara y extraña.

Pues lo siento. Siento que os moleste que hable todo el rato de un mismo tema, pero... ¿Acaso vosotros no hacéis lo mismo? ¿Acaso vuestros gustos son mejores que los míos? ¿Acaso soy yo la rara, cuando vosotros adoráis a cualquiera que se quite la camisa y tenga un buen cuerpo? ¿Soy una persona rara por preferir un poco de cerebro y una historia de amor gay en vez de un par de músculos y una historia de amor ñoña y previsible?

Pues si, gente. Soy rara. Y podéis pensar lo que queráis.

¿Que os reís de mí? Hacedlo. Puede que algún día encuentre la gracia y me ria con vosotros.
¿Que os cansan mis temas de conversación? No me habléis. Nos evitará molestias a todos.
¿Que no os caigo bien? Decírmelo. Puede que descubráis que ese sentimiento es mutuo.
¿Que no os gustan mis publicaciones? Bloquearme. Nadie os pide que me sigáis si no queréis.
¿Que no os gustan mis gustos? Ajo y agua. Por eso son míos.
¿Que no os gusta mi forma de ser? Marchaos. Marchaos de mi vida y no volváis.

Hasta ahora me he callado y he aguantado. Pero no me cerraré en mi misma por fingir algo que yo no soy.

Y soy capaz de gritarlo a los cuatro vientos: