domingo, 5 de enero de 2014

Mundo de adultos.





Estamos rodeados de adultos. En esta etapa de nuestra vida, algunas personas consideran que nosotros también lo somos y que deberíamos ocupar ciertas responsabilidades. Otros opinan todo lo contrario, que aun somos unos niños y que no esta bien que hagamos ciertas cosas. La visión que tienen de nosotros como adultos cambia según lo que les pedimos hacer o lo que, por el contrario, nos negamos a realizar.

Pero esto no es nada extraño, ya que vivimos en un mundo de adultos, donde tienes que vivir a merced de los demás. En este mundo no esta permitido creer en las cosas que creías cuando eras mas joven, sino que tienes que superarlo para crecer, dejar de lado las fantasias en las que creías de pequeño. No esta permitido dormir con peluches cuando alcanzas una cierta edad, por que "eso es de críos." No esta permitido ver series que veias cuando no tenias mas de un dígito de edad. No esta permitido admitir que a veces, en la intimidad, cierras los ojos y te imaginas que vuelas. Antes, al decir que ibas montado en un unicornio era sinónimo de una gran imaginación, ahora es símbolo de locura, o de haber tomado alguna substancia extraña. Antes, palabras tan inocentes como leche, platano, melones, peras, o incluso pepinos para nosotros solo significaban alimentos.

Ahora todo es diferente. Ya no pensamos cosas que pensábamos antes. Ya nos ilusionamos de la misma forma que lo hacíamos cuando venia Papa Noel ni los Reyes Magos, ni nos levantámos pronto y despertamos a toda nuestra familia para abrir los regalos. Ya no jugamos todo el dia con muñecas, ni con figuras de animales, ni  vemos tantas películas de Disney ni nos vestimos como sus protagonistas. De echo, ni siquiera dedicamos un minuto de nuestra vida a pensar en aquello que dejamos atrás.


Pero yo si que pienso en ello. Lo hago porque, mientras viva, no quiero olvidar nunca lo que un día fui: una niña en un mundo de adultos.